De acuerdo con la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas (Amprofon), la gran red comercial de discografía «pirata» afecta gravemente al sector, ya que mientras un disco compacto legal cuesta de 12 a 20 dólares, uno pirata se vende entre 2,5 y 6 dólares.
La directora de Amprofon, Alicia Cazarola, recordó hoy que existen leyes que castigan la «piratería» hasta con tres años de cárcel y multas de más de 72.000 dólares, pero reconoció que, pese a los esfuerzos de las autoridades, no se ha podido controlar este problema.
Según datos de la industria discográfica en México, seis de cada diez discos vendidos son ilegales y la facilidad para conseguir estos ejemplares obliga a las casas discográficas, empresas y tiendas del sector a lanzar promociones con precios rebajados.
Una jueza federal decidirá el viernes el destino de Napster
San Francisco (EEUU), 1 mar (EFE).- Una jueza federal puede decidir mañana, viernes, el destino de Napster, la tienda cibernética para el canje gratuito de música donde millones de usuarios se apresuran esta semana a copiar canciones.
La jueza Marilyn Hall Patel escuchará los argumentos de Napster -que cuenta con más de 64 millones de usuarios en todo el mundo- y de las compañías de grabaciones que quieren la clausura del sistema de internet que permite la copia de las obras musicales sobre las cuales esas firmas tienen derechos de propiedad intelectual.
En julio de 2000 la jueza Hall Patel ordenó la clausura de Napster, y el 12 de febrero pasado un tribunal de apelaciones mantuvo la desazón de los usuarios cuando ratificó el interdicto pero pidió a la jueza que defina más su fallo.
En un fallo de 58 páginas, los tres jueces del tribunal federal de apelaciones del noveno distrito en San Francisco (California), indicaron que Napster «no debe facilitar el intercambio de material» sujeto a derechos de autor.
El tribunal agregó que la empresa es responsable legalmente por la «infracción indirecta» de esos derechos que cometan los usuarios en el intercambio gratuito de las canciones.
Napster no compra, ni vende, ni provee directamente material musical alguno, pero permite que los usuarios lo intercambien entre sí sin ningún pago.
El fallo del tribunal sostuvo que Napster debe impedir que los usuarios tengan acceso al material con derechos de propiedad intelectual por medio de las listas de canciones archivadas en sus listas por los usuarios del servicio.
Los magistrados del tribunal de apelaciones indicaron que el dictamen anterior de Hall Patel había sido «excesivamente amplio» y por eso le pidieron que redacte un nuevo interdicto.
La presidenta de la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos, Hilary Rosen, calificó el fallo de «victoria clara».
«El tribunal de apelaciones determinó que el interdicto no sólo se justificaba, sino que era necesario», agregó. «Y el tribunal dictaminó a nuestro favor en cada uno de los asuntos legales presentados».
Aunque la mayoría de los analistas espera que Hall Patel ordene nuevamente la suspensión del servicio de Napster, la jueza también ha fijado una audiencia de mediación entre Napster y la industria discográfica para el miércoles 7 de marzo, por lo cual ninguna medida entraría en vigor antes de esa fecha.
Para que Napster impida el acceso de los usuarios a materiales bajo derecho de propiedad intelectual, las firmas grabadoras tendrán que presentar una lista de las canciones que quieren que se excluyan del servicio.
Este es un proceso que podría requerir también, varios días, y algunos expertos creen que para entonces Napster anunciará que ha desarrollado un mecanismo que pone la música a disposición de los usuarios por una tarifa.
Ayer, miércoles, la firma Amazon.com -la mayor tienda de libros y discos en internet- abrió su oferta para que los usuarios copien de la red informática, sin coste alguno, canciones de artistas como David Bowuie, U2 y Mary J. Blige.
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