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Sergio Vargas escenificó un emotivo espectáculo en Carnegie Hall de New York.

Tota
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– Como un joven de 15 años, con mucho entusiasmo, algarabía y acompañado de sus mejores amigos, el merenguero Sergio Vargas hizo su sueño realidad, al celebrar con bombos y platillos sus 20 años de trayectoria artistísca en la imponente sala del Carnegie Hall, de esta ciudad norteamericana.

La majestuosidad y el magnetismo que proyecta el Carnegie Hall fueron elementos perfectos para celebrar por todo lo alto el espectáculo “20 años no son nada” del Negrito de Villa. Para eso contó con sus mejores amigos y maestros, entre ellos Milly Quezada, Joseíto Mateo, José Peña Suazo, Raffy Matías, Charlie Rodríguez, Alex Bueno, Luis Vargas, José Alberto -El Canario-, Yoskar Sarante, Negros y los maestros Jorge Taveras y Dionis Fernández, quienes al piano rememoraron la época de oro del merengue.

Vargas se hizo acompañar de una constelación de estrellas de la música y como si se tratase de la celebración de lo mejor del merengue, y no del cumpleaños número 20 de Sergio, la majestuosa sala del Carnegie Hall se enalteció con el derroche de buenos exponentes, dejando claro que posiblemente no sea el merengue que esté en crisis, sino algunos merengueros.

El inicio

La primera agrupación en alegrar la gran fiesta, fue la de los chicos del grupo Negros, quienes recibieron grandes ovaciones del público que se dio cita en la importante sala, donde se realizó la remembranza de una de las mejores épocas del merengue y en la que se escucharon voces que dieron luz a esa época de oro, la de los 80’s.

Ya cerca de las nueve de la noche, apareció en escena el festejado, Sergio Vargas, luciendo un hermoso traje oscuro con una corbata a rayas que lo hacían lucir muy elegante. Con los acordes de “Dile” a ritmo de rock, Sergio hizo su primer acercamiento con el público, pero fue interrumpido por el maestro Dionis Fernández, quien le reclamó la razón por la cual empezó con ese tema. “No es por ahí que debes comenzar”, le espectó Dionis, quien le recordó, acto seguido, que es la celebración de sus 20 años y que no fue con esa melodía que se dio a conocer.

“Es que no te acuerdas que tú nada más era cocote y cabeza”, le dijo el maestro Dionis, quien con su piano recordó los inicios del cantante en El equipo. Tocó los acordes del tema “El traje”, para lo cual se hizo acompañar de Charlie Rodríguez (El León), otro de los intérpretes cuando Sergio era un nóvel cantante.

La vasta sala se llenó de la bandera tricolor de República Dominicana. Los presentes no pararon de ondear la enseña patria, mostrando con orgullo la herencia de ser dominicano. Muchos no pararon de bailar en sus asientos y en reiteradas ocasiones no se contuvieron, se pusieron de pies y comenzaron a dar un pasito pa’ aquí, un pasito pa’ allá, agregando furor al cadencioso ritmo criollo.


De ahí siguieron los éxitos “La quiero a morir”, “Bamboleo”, “Marola’, “Perla negra” y “Amor a la medida”, entre otros que permitieron a los presentes volver a su pasado, haciéndoles sentir que recordar es vivir.
Mientras El ejemplo, como se conoce a Sergio, iba cantando, se proyectaban imágenes de los inicios del merenguero junto a Los hijos del rey y El equipo.

Las felicitaciones

Asimismo, el homenajeado recibió saludos de felicitaciones de sus colegas José Alberto -El Canario- y Yoskar Sarante, quienes por compromisos, el primero, y el segundo por quebrantos de salud no pudieron estar presentes.
Estas imágenes dieron paso al momento de escenificar el drama del dichoso celular que según Sergio tanto dolores de cabeza da. Luego el turno fue para Alex Bueno, quien logró la mayor ovación de los presentes, poniéndolos de pies y haciéndolos gozar con sus éxitos “Cara más bonita”, “Querida y “, Me va me va”.

Siguió la gran celebración con Luis Vargas, quien interpretó a dúo con Sergio el tema “Yo no me voy”, lo que dió paso al romance con la canción “Como un bolero, con el coro del grupo Negros. Y se armó la rumba con “La pastillita, llegando al escenario José Peña Suazo, quien encendió la pista y a coro el público pidió otros temas.
A seguidas, tocó el turno a Raffy Matías, quien subió a escena con mucha fuerza y ganas de robarse al público con su éxito “Quiero saber de ti”, logrando muchos aplausos y suspiros de las chicas por los alardes de sus sensuales movimientos pélvicos. Con entusiasmo siguieron los reyes del merengue, Milly Quezada y Joseíto Mateo, y al final se unieron todos a una sola voz, para cerrar con broche de oro la celebración de los 20 años de trayectoria artistíca de Sergio Vargas en el Carnegie Hall, donde definitivamente ganó el merengue.

Hay que soñar, dice el Negrito de Villa, quien hizo su sueño realidad gracias a la propuesta del empresario Vidal Cedeño. Vargas, no pudo esconder la felicidad al prononciar en la imponente sala del Carnegie Hall, el nombre de su natal Villa Altagracia. Dejó a un lado la emoción de estar allí presente, para sentirse doblemente orgulloso al saber que en la historia del Carnegie Hall aparecerá la presentación de un artista que llegó desde Villa Altagracia al Carnegie Hall.

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