La gira se extenderá por Los Ángeles y Miami, y llegará al Madison Square Garden de Nueva York el 9 de septiembre. En un breve encuentro con un grupo de seguidores previo al concierto, éstos expresaron su devoción a los tres ídolos latinos, Chayanne, Marc Anthony y Alejandro Fernández, que dejaron claros sus propósitos así como su filosofía de vida.
El artista puertorriqueño Chayanne subrayó que «trato de vivir la vida segundo a segundo; simplemente, es algo espontáneo». El mexicano Alejandro Fernández fue inquirido sobre cómo podía ser tan romántico. «La verdad es que trato de cerrar los ojos y pensar en cada una de mis seguidoras y que les canto al oído», advirtió. «También lo llevo en la sangre», añadió, en alusión a su padre Vicente Fernández.
Por su parte, Marc Anthony explicó qué le inspira para desarrollar tanta energía sobre el escenario: «Es la vida, no una persona en concreto. El amor, el desamor, lo que he vivido y lo que he visto es lo que me inspira», puntualizó.
JENNIFER LÓPEZ, ENTRE BAMBALINAS
Ante la mirada de Jennifer, junto a una orquesta de doce músicos y cuatro coristas, Marc ensayó ocho canciones, entre las que destacaron «Ahora quién», «Valió la pena», «Hasta que te conocí» y «Lloré», entre otras.
Hay que recordar la decepción que causó la ausencia de la artista en el concierto que su esposo ofreció el primer fin de semana de agosto en Guayaquil (Ecuador), lo que se tradujo en indignación cuando la pareja canceló su siguiente concierto en Quito y el posterior en Lima (Perú). «Ni JLo ni Marc ni nada» era la frase que circuló entre algunos fanáticos de la pareja puertorriqueña en las inmediaciones del estadio olímpico Atahualpa, de la capital ecuatoriana, donde iba a haber tenido lugar el concierto.
Algunos de los fanáticos no sólo se quejaron por la ausencia del cantante y de su esposa, sino que aseguraron a EFE que «con este desplante» se lo pensarán antes de asistir a otra presentación de la pareja. La Intendencia de Policía de Quito detuvo al empresario Diego Garrido, uno de los organizadores del espectáculo, quien se comprometió a devolver el importe de las casi 25.000 entradas vendidas.
Aunque no se produjeron altercados o desmanes, la mayoría de los fanáticos que fueron al estadio Atahualpa, mucho antes de la hora fijada para el concierto, exigieron a los organizadores que «al menos devuelvan el dinero» de las localidades.
El concierto de Anthony en Quito y el siguiente, en Lima, se suspendieron por incumplimiento de algunos apartes del contrato por parte de la empresa coordinadora del espectáculo. María Cristina Plaza, coordinadora del espectáculo, precisó que el problema
«es un tema económico, de falta de comunicación y de falta de cumplimiento de sus requerimientos como artista», como el tipo de avión para transportar al cantante. Asimismo, esta coordinadora dijo que Anthony «dejó abierta la posibilidad de que, si se soluciona el problema, con mucho gusto volverá a Ecuador».