Tego Calderón tierno amor por el reggaetón

Tota

– Aunque en un ataque de modestia Tego Calderón llama a su nuevo álbum «El subestimado», esto será por poco tiempo, porque su reggaetón se está dejando oír, y mucho.

«No importa lo que haga, siempre seré el underdog, el subestimado, porque soy así y porque me gusta», confesó a EFE cual declaración de principios.

Sus palabras no coinciden con la realidad, porque al menos entre todos los que entienden de ritmos tropicales el nombre de este puertorriqueño de 33 años siempre tiene un lugar destacado.

Puede estar acompañado de la expresión «el rey del reggaetón» o del más sobrio epíteto de «veterano» y «estrella».

Además, está el recordatorio más monetario que subraya que su primer álbum, «El abayarde», sobrepasó todos los récords con 50.000 copias vendidas en un día y convertido en álbum de platino.

Así que para cuando «The Underdog/El subestimado» salga a la venta el próximo octubre, Calderón tendrá que cambiar de declaración de principios.

«Es que me gusta. Prefiero ir de subestimado y pillar a todos por sorpresa porque si todo fuera fácil no tendría gracia», agregó.

Como recuerda el intérprete, nunca hubiera ni imaginado ni su fama ni la de ese nuevo estilo de música, un ritmo del que se enamoró desde la primera vez que lo bailó por el año 2000.

«Un amor tierno», se paladea pensando en esta mezcla de reggae en español de Panamá que nace unido al dance-floor jamaiquino, «a su batería, su ritmo y percusión».

Y eso que al principio no le gustaba. «Me parecía una copia, lo veía falso», asegura hasta que le encontró el corazón.

Por supuesto que este corazón se lo encontró en Puerto Rico, su isla, esa que sabe que nunca abandonará porque «un boricua no puede ser feliz fuera de sus confines».

También hay mucho en Tego Calderón de Ismael Rivera, el legendario cantante puertorriqueño que le hizo amar la música por primera vez, «una especie de lo que es el Elvis Presley de los gringos», explicó.

«Le admiro como persona, como boricua, como latinoamericano, como negro, como artista, como todo. Es una influencia bien general que me gustaría lograr. Que nunca se aparte el artista del ser humano», subrayó.

En ocasiones no es tan fácil tener esta comunión de artista y hombre, en especial cuando la palabra negocio se mezcla por medio.

Tego Calderón y su compañía Jiggiri Records firmó hace menos de un mes con la casa Atlantic Records un acuerdo de distribución mundial, el primer artista de este género que hace algo así a tan alto nivel.

Para el intérprete fue un gran paso para la música latinoamericana; para el sello Atlantic se trata de incluir en sus filas el corazón y el alma del movimiento reggaetón.

Pero por mucho amor que sienta Calderón hacia su ritmo y por muchas caderas que mueva a su compás, el músico no quiere olvidar nunca su rap y su hip-hop, la música de su origen con la que se desahoga.

«Ahí va mi amor por la verdad porque aunque el ‘reggaetón’ puede tener una cara social hasta ahora nadie lo hace exitosamente. Es un ritmo para bailar y cuando baila la gente no quiere que le hables de sus problemas», afirma con conocimiento de causa.

Por eso al paso de su gira por California el próximo 22 y 23 de julio, Tego Calderón amenaza con darle a su público una de cal y una de arena, con mucho baile pero también un poco de sustancia.

«En Estados Unidos el público es muy conocedor y acepta más propuestas», afirma convencido aunque como siempre, incluso a la hora de escoger una audiencia, no hay nadie como un boricua.

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