Un hombre de 66 años, un exconcejal de un municipio en el centro del Huila, cuya identidad pidió mantener en reserva, estuvo a punto de perder su pene porque, para cumplirle a su amada en una aventura amorosa que acababa de iniciar, se excedió en el consumo de Viagra.
El hombre debió soportar durante cuatro días una erección incontrolable que le provocó fractura y grave inflamación del pene, y como llegó al Hospital General de Neiva con síntomas de gangrena, preliminarmente se dictaminó la necesidad de amputar su órgano reproductor para evitar que la infección afectara otras partes del cuerpo.
Su gravedad obedeció a que no recurrió a tiempo ante el médico, dejando pasar el tiempo y, cuando se internó en el hospital, ya era demasiado tarde, según el diagnóstico.
Ya en el quirófano, los médicos estudian alternativas para evitar que este osado amante pierda su órgano reproductor.
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