El hecho sucedió en el Centro de Vida Silvestre Polar Park Artic en Noruega. Según el cazador, quien en principio se encontraba en las afueras de zoo, fue llevado al sitio gracias a sus perros de caza, que olieron a los dos desprevenidos animales y por eso decidió emprender la búsqueda para poder dispararles.
Una de las balas mató a uno de los animales, la otra dejó gravemente herido al otro alce que tuvo que ser sacrificado.
Los directivos del zoológico no caben del asombro al ver la reacción del hombre que hoy le quita al recinto animal dos de los cinco especímenes de alce que cuidaba.
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