John Halliday y Noah Soule fueron quienes realizaron este descubriendo y encontraron las propiedades afrodisiacas de este hongo.
En la investigación, que se publicó en el tabloide británico The Independent, se le pidió a varias mujeres que aspiraran profundamente el aroma que arrojaba el hongo; de esa forma comprobaron que al menos la mitad de ellas experimentaba orgasmos, cosa que en los hombres no ocurría.