Como una historia de no creer, así se puede decir que es lo que está pasando en China.
Después de los sucesos de la última semana, en donde una madre murió en unas escaleras eléctricas de un Centro Comercial, por salvar a su hijo; se repite la historia poco después del hecho, ya de por sí traumático.
El día de ayer en Shanghai, otra persona, esta vez un hombre fue víctima de las escaleras. Ha diferencia con el caso anterior, que concluyó con el deceso de la mujer por las graves heridas, Zhang quién era el encargado de la limpieza del lugar, ‘sólo’ perdió su pie en el accidente.
La similitud entre los dos casos, han hecho que los chinos le tengan, no sólo un poco, sino mucha desconfianza a este modo de acceso.
¿Qué harán las autoridades para solucionar el problema?
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