El protagonista de esta nota es responsable de convertir ese ‘de vez en cuando’ en algo frecuente, al parecer, este hombre ya tenía al borde de la locura a sus compañeros de oficina con sus constantes flatulencias.
Rich Clem fue despedido de la fábrica de carne de cerdo donde trabajaba todo porque sus gases eran demasiado fétidos. El culpable fue un compañero que puso una demanda quejándose de los olores de Rich.
Según Clem, los gases se deben a una cirugía de bypass a la que se sometió hacer poco y como consecuencia aumentaron. Thomas Dolan, jefe de Rich, afirmó que los visitantes se quejaban a diario del mal olor.
Por otro lado las directivas de la compañía desmintieron el hecho, diciendo que nunca habían despedido a nadie; hecho que Rich Clem refutó.
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