En plena transmisión, el joven reportero (20 años aproximadamente) narraba el suceso cuando de un momento a otro se silenció.
De repente de la nada, el chico se desvaneció e inmediatamente la multitud y especialmente los jugadores corrieron a auxiliarlo; muy poco pudieron hacer, pues un infarto se habría llevado la vida del reportero.
Hechos como estos nos hacen reconsiderar si realmente estamos preparados para una urgencia, y si quizá la vida de este prometedor reportero se podría haber salvado.