Hay diferentes tipos de estrés:
Estrés agudo: Es el más común, este es aquel que se mantiene suave pero constante y se deriva de problemas del pasado que atormentan el presente.
Estrés agudo episódico: Las personas que tienen este tipo de estrés, son aquellas que viven constantemente de mal humor, agitadas, irritadas, ansiosas y tensas. Estas personas por lo general suelen tener un estilo de vida desordenado.
Estrés crónico: Este tipo de estrés proviene de experiencias traumáticas de la niñez, se presenta cuando la persona no encuentra la solución a un problema y se desgasta tanto tratando de encontrarla que llega a convertirse en una crisis nerviosa y en casos puede ser fatal.
Para aquellos momentos de estrés te damos algunos consejos prácticos que puedes tener en cuenta para relajar el cuerpo y liberarlo de la tensión acumulada.
-Una infusión de hojas de naranjo amargo, ayuda a aliviar las tensiones musculares gracias a su acción tranquilizante y antiespasmódica.
-Una infusión de albahaca ayuda a que el cuerpo alcance un rendimiento óptimo mental, físico y laboral gracias a su potente adaptógeno.
-Practicar la meditación en un lugar solitario y tranquilo siempre ayudara a buscar la tranquilidad y la calma.
-Está comprobado que escuchar la música que más nos guste ayuda a distraer la mente y olvidarse un poco de los problemas.
-Practicar algún tipo de deporte ayuda a estimular la mente y mantener un buen nivel físico.
-Muchas veces cuando una persona esta tensa se vuelve ansiosa y come demasiado, procura que esto no pase, ya que lo único que conseguirás será un desorden alimenticio.
-Un masaje relajante es la mejor opción para quitar aquellos nudos que se forman debido a las tensiones.
-Dormir adecuadamente ayuda a tener un alto rendimiento mental, también favorece la pérdida de memoria y la mala concentración.
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