En Campbell, California, Gina Young estaba de compras en un supermercado cuando grabó esta incómoda escena. En los parlantes que debían informar las últimas ofertas se comenzaron a escuchar sonidos que provenían ni más ni menos que de una película porno.
Fueron 15 minutos de risas, incomodidad y hasta malgenio por parte de los clientes que quedaron sorprendidos al escuchar un contenido como este fuera de un computador o celular.
La cadena Target, dueña de los almacenes no se ha notificado al respecto.