Edmund, de 21 años, respondió al saque de Djokovic con la mala suerte de que la pelota voló demasiado alto.
Sin embargo Djokovic aprovechó para hacer una genialidad. Mientras la pelota caía el tenista la observó fijamente y la atrapó no con la raqueta sino con el bolsillo de su pantaloneta.
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La jugada durante el Masters 1.000 de Miami ya le está dando la vuelta al mundo y de seguro empezará a ser imitada.