En ese instante en que las personas se encuentran enojadas toman mejores decisiones, su capacidad argumentativa mejora considerablemente y son menos crédulos.
Posteriormente les hicieron una serie de pruebas que dejó en evidencia un mayor número de aciertos por parte de aquellos que estaban de mal humor que quienes estaban siempre alegres.
El lider de la investigación, el doctor Joe Forgas, dijo para la BBC que los estados de ánimo negativos detonan un pensamiento más atento y cuidadoso, además de fortalecer la atencion que prestamos al mundo exterior.