Intentaron robar a Alejandra Azcárate en Argentina, pero ella no se dejó

Ella contó en una de las publicaciones de su Instagram, que estaba caminando por la calle Florida, de la ciudad de Buenos Aires.

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En medio de su caminara, se le acercó otro colombiano, según ella un caleño, quien le ofreció ayudarle con el cambio de monedas.
Él la llevó a una oficina, que al parecer era bastante formal, motivo por el que Alejandra no desconfió.

Le entregó al cajero varios billetes de 100 dólares, pero él le devolvió 2 pues eran de un dólar y dijo que se le habían ido en el fajo.

Ella los recibió y asumió su error, pero cuando salió del establecimiento, recapituló y se acordó que en hotel contó bien el dinero.

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Entro nuevamente a hacer el reclamo, pidió las grabaciones del lugar y aunque presentaron oposición, hasta el caleño, tuvieron que acceder, efectivamente le querían robar 200 dólares en su cara.

Llamó a la policía y afortunadamente no perdió su dinero.

 

Hoy fui a dar una vuelta en la mañana por la calle Florida aprovechando el sol porque el clima ha estado un poco frío a pesar de ser primavera. No es una de mis zonas favoritas porque para mi gusto es bastante turística y siento que ese tipo de áreas suelen ofrecer lo obvio. Por lo general prefiero buscar rincones y asesorarme por personas que dominen la ciudad. El caso es que en medio de mi caminata me crucé con un caleño que me ofreció cambio de moneda. Me generó confianza así que acepté. Me llevó a la oficina, un sitio bastante formal por cierto, le entregué al cajero unos billetes de cien dólares y al contarlos me dijo que entre esos iban dos de uno. Me los devolvió y sin dudarlo asumí el error. Al salir de ahí recapitulé, recordé haber contado la plata con cuidado en el hotel y decidí regresar a hacer el reclamo. Entré furiosa, pedí la grabación y contra la voluntad de los empleados que habían estado presentes, entre esos por supuesto el colombiano, me lo tuvieron que mostrar y efectivamente me habían tumbado doscientos dólares de frente con un vil trueque de billetes al mejor estilo de un mago profesional. Mandé llamar a la policía, armé el quilombo como dicen aquí, me devolvieron mi dinero y salí a respirar porque estaba poseída por la ira. Es una lástima que personas como éstas nos hagan quedar tan mal en el exterior además embaucando compatriotas. Por cosas como ésta es que uno entiende por qué lastimosamente tenemos tan mala fama así otros luchemos por ser embajadores de lo maravilloso de nuestro país al visitar otros lejanos. Por suerte Buenos Aires es tan linda que con el color de sus calles pude apaciguar la piedra. Me vine a "El Callejón", un pequeño teatro en Abasto a ver una obra que me recomendaron. Se llama "El hombre de las gafas de pasta" Ojalá no sea la historia del caleño con lentes que quiso estafarme porque no respondo.

Una foto publicada por ALEJANDRA AZCÁRATE (@laazcarateoficial) el 28 de Oct de 2016 a la(s) 3:58 PDT