Y es que ha perdido 88 kilos en tan solo 20 meses.
Esta mujer de 25 años reside en Auckland, Nueva Zelanda y decidió empezar a documentar su proceso de adelgazamiento a través de las redes sociales en 2014. Según cuenta, quiso hacerlo público para motivarse.
"Era el momento de hacer algo al respecto y sentí que utilizando Instagram sería la forma de comprometerme verdaderamente."
Había decidido hacer un cambio drástico en su estilo de vida. Abrió una cuenta en Instagram y publicó la primera foto después de meditarlo entre lágrimas por horas.
"En el momento en el que le di a ‘publicar‘ sentí que me liberaba de un gran peso, sabía que no había vuelta atrás", cuenta Anderson.
En aquél entonces ella tenía 23 años y no estaba preparada para recibir la cantidad de comentarios negativos con los que fue bombardeada.
"Simplemente creé la cuenta para mí, no para nadie más. Con el tiempo empezó a recibir mucha atención pero esa no fue mi intención inicial," explica Anderson.
"La verdad es que fue muy difícil lidiar con los comentarios malintencionados porque no me los esperaba… Hubo muchos que realmente me hirieron."
Pero en contraste Simone cuenta que también se sorprendió con la cantidad de personas que empezaron a seguirla, no solo interesados en su proceso, sino además compartiendo sus experiencias personales en la lucha contra el sobrepeso.
"Me di cuenta que estaba siendo una inspiración para otra gente con el mismo problema y eso me encantaba."
Simone se sometió a la operación de la manga gástrica el 29 de octubre de 2014. En este procedimiento quirúrgico se reduce alrededor del 15% del tamaño original del estómago. Esto lo combinó con una dieta y un estilo de vida más saludables y un régimen de ejercicio. Sin embargo los comentarios negativos seguían invadiendo su cuenta de Instagram.
Simone agrega que en este tipo de cuentas las personas están acostumbradas a ver las fotos del antes y el después pero muchas veces no están preparados para ser testigos de todo lo que pasa en medio del proceso.
Muchas veces tuvo que explicar que se había mudado de casa y por esa razón el entorno de las fotos que subía cambiaba. Tenía que dejar claro cuándo tenía el pelo o cuándo se bronceaba para justificar que ella era la de las fotos y que no la tildaran de mentirosa.
Después de 88 semanas de esfuerzo y disciplina, una cirugía de manga gástrica, una abdominoplastia, un levantamiento y aumento de senos y 88 Kg menos, Simone Anderson luce completamente diferente y dice que si su historia logra cambiar por lo menos una vida se sentirá completamente satisfecha.
Una foto publicada por Journey To Health (@simone_anderson) el
Girls dinner with my favs @chantelle_allonby @whatmaloriemade @lucyjanehopkins @isabellavanheusden
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