La pregunta típica es si ya nos quiere o si dejamos de ser atractivos para la otra persona. Esta situación es tan común en matrimonios como en noviazgos.
Lo primero que debes tener en cuenta, si no quieres perder a esa persona que amas, es mantener la calma, pues muchas veces simplemente es un momento difícil en tu vida o en la vida de la otra persona y aquel cambio de conducta responde solo a un factor externo.
Revisa tus comportamientos, pueda que estés cometiendo algún error que ya lo habían dialogado o simplemente acciones que le pueden molestar, es importante que la comunicación siempre sea la protagonista, aunque comprendemos la dificultad que esto genera.
Buscar opciones para que todo mejore, si sabes que hay un problema, no puedes quedarte quieto esperando a que todo mejor por sí solo, es necesario que propongas métodos de acción para que esa persona pueda volver a ser la de antes.
Seducir a tu pareja siempre será un gran aliado, pues muchas veces se olvida ese juego de la atracción donde todo se obvia y se pasa por alto.