Christopher W. Kerr es un doctor que se encarga de enfermos terminales, desde su trabajo ha conocido los pensamientos, recuerdos y sensaciones de las personas bajo su cargo.
Por eso, decidió analizar los sueños de sus pacientes y encontró un patrón similar en cada uno, soñaban con familiares ya muertos. Según Kerr esto indica la búsqueda de la muerte sintiéndose amados, sin sensación de soledad.
Aparte de ello, cada uno de los pacientes afirmó que sus sueños eran tan reales, que incluso veían las habitaciones del hospital con sus familiares fallecidos recibiéndolos. Sin embargo, hubo un sueño más recurrente: el recuerdo de los hechos más importantes en su vida, pero no todos son buenos, algunos son dolorosos episodios.