Precisamente esa fue la motivación que tuvo el psicólogo John Gottman que con su esposa, también psicóloga Julie Gottman, hicieron un estudio para ver que era lo que realmente ocurría.
Crearon un laboratorio del amor, donde más de 100 parejas fueron estudiadas en convivencia, haciendo tareas básicas como comer, hacer el aseo, cocinar, etc.
Detalles mínimos como valorar las cosas que hace la pareja, en vez de criticar las cosas que no hace, son los que marcan la diferencia y permiten que la otra persona se sienta importante.
Cosas como responder de forma agresiva, ignorar preguntas básicas como “¿viste aquel objeto?” son las que hacen que las parejas se aburran de a poco y no permiten crear un verdadero vínculo.
Es importante recalcar que ambos valores deben estar en las dos partes.