Pero hay un benéfico que muy pocos conocen acerca de la mejoría en el intelecto que trae tener encuentros sexuales con frecuencia.
Además de esto, un experimento con ratones hecho en Estados Unidos, mostro que también mejora la capacidad cognitiva de nuestro cerebro, o sea que ayuda a procesar de manera más rápida y efectiva la información que recibimos en relación con alguien que no tiene encuentros sexuales tan frecuentes.