Hace tres meses un perro llamado Pirata espera a su amo quien falleció luego de practicarse una intervención quirúrgica de la que no logró sobrevivir.
Pirata sigue esperando a quien era su cuidador, incluso muchas veces empuja la puerta de la habitación 404, pues allí era donde estaba su amo.
Este se convierte en una invitación a valorar y respetar cada día más a aquellos acompañantes a los que les decimos mascotas.