Primero probó la marihuana cuando trabajaba como azafata, pero luego cuando empezó a trabajar como mesera y actriz en cafés, en medio de su vida nocturna conoció la cocaína, ella agregó: «La cocaína me daba para hablar, y hablaba uno carreta horrible. Uno creía que era maravilloso y brillante«.
Cuando llegó al bazuco, pensó que había tocad fondo: «Lo único que le debo a esa porquería es el haber dejado todo. Llegó un momento en el que dije ‘voy a terminar prostituida o robándole a mi mama«.
Ella contó lo que pasaba por su cabeza en ese momento y cómo logró salir del mundo de las drogas. «Cuando vi que eso no me aportaba nada, y que se me estaba corriendo la teja, yo estaba escuchando a los perros hablar, una cosa de locos, dije ‘esto tengo que pararlo. Soy una ‘culipronta’ rumbera’. La única forma de pararlo era aislarme del medio, entonces me fui a vivir sola, y esa fue la solución«.
Feliz de ir a celebrar con mi congregación los 30 años de Casa sobre la Roca pic.twitter.com/wXOuUJGCza
— Ma.Margarita Giraldo (@MariaMarGiraldo) September 3, 2017