Ella le explicó a Diva Jessurum: «Yo miré el onceavo piso de donde vivía, y me asomé y dije ‘no quiero vivir más’; yo le pedí a Dios que me llevara«. En esa época ella sentía un gran vacío en su vida.
Su gran dolor era la soledad y aunque contó con el apoyo de sus amigos Heriberto Sandoval y Marcelino Rodríguez, conocido como Mandíbula, siempre se sintió sola.
Silva contó: «[Estaba] llena de contratos, con mi billetera ‘popocha’ y yo, en la soledad más grande de mi vida«. Luego se hizo un procedimiento cosmético con el que quiso «parar» su busto pero le aumentó y empezó a sufrir de la tiroides, lo que empeoró la situación.
Se dice de mi..caracol tv.. #exelente #exo #e
Una publicación compartida de Patricia Silva (@patriciasilvahumor) el
#compañeros #reunion #reencuentros #reencuentros #fundacion
Una publicación compartida de Patricia Silva (@patriciasilvahumor) el