La mayoría de los hombres se fijan en el trasero de una mujer, y en ocasiones pasa a ser un aspecto clave en la elección de pareja.
Enfocado e esta obsesión masculina, el profesor de psicología de la universidad de Texas, se debe al instinto de conservación de la especie el cual adquirimos de nuestros ancestros.
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Al parecer, la mente entiende que el volumen en el trasero, está asociado a una buena cantidad de grasa para así procrear.
A lo que se le suma, que si son glúteos redondos y firmes, están asociados a la juventud, por lo que sería una pareja adecuada para tener descendencia.