Y es que a pesar de hacer travesuras sus papás nunca lo regañaron. por eso tenía la manía de ponerse los brasieres de su mamá: “Yo solía ser talla 34 y ahora soy 36 (talla de sostén), dice bromeando el reconocido intérprete. “Nuestros papás son muy mamagallistas, también. Mi mamá nunca nos regañó. Por qué cree que hice a (el personaje de ‘Yo soy Betty, la fea’) Hugo Lombardi”.
Era tan terrible que cuando estaba en el colegio decidió prenderle fuego a los pupitres del salón: “Me echaron por considerar que yo había sido el autor intelectual”, detalló Arango. ¡Qué joyita!