El Padre Alberto Linero decidió tomarse un año sabático para así meditar sobre su vida de sacerdote y encontrarse como persona.
Tiempo que le sirvió para reflexionar y entender que su camino0 ya no estaba en los caminos de la iglesia, por lo que decidió retirarse.
En entrevista con El Heraldo, confesó que cuando termine su año sabático renunciará oficialmente, ya que considera que su camino no corresponde a la curia.
Confesó que quiere vivir como cualquier humano, pero siendo aún un puente con Dios.