Carolina Soto pasó un rato incómodo a causa de la delincuencia en Bogotá, por fortuna no fue agredida ni vivió la angustia de un atraco.
Simplemente relató en sus redes sociales que mientras se movilizaba en su vehículo, sintió un golpe atrás pero no le prestó atención.
Al llegar a su casa se percató que le robaron la plumilla trasera.
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