El “creador” del novedoso tratamiento, cuenta que llevaba más de 18 meses con dolor de espalda y al no encontrar la cura con medicina alternativa y médica, decidió inyectarse su propia esperma, pero no encontró resultado como era de esperarse.
Sin embargo, el hombre en medio de su vergüenza, no confesó el contenido de las inyecciones, sino hasta que le contó el pasado médico, con el dolor de espalda y la visible hinchazón en su brazo cuando asistió de urgencias al hospital más cercano.