Una tarea hermosa, que solo pudo ser posible, gracias a la colaboración de os oyentes de Tropicana, pues fueron ellos los que aportaron con sus donaciones, además, los voluntarios que con su trabajo han contribuido de manera inimaginable para esta labor.
En la mañana de 15 de septiembre, llevamos alegría a los corazones de estos niños, o eso era lo que creíamos, porque en realidad fueron ellos los que contagiaron nuestro corazón de amor y felicidad.
Aquí algunas imágenes.