El consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad, los episodios recurrentes de consumo en la adolescencia y beber hasta embriagarse pueden afectar negativamente el desarrollo mental, los hábitos de estudio y el desarrollo de las habilidades necesarias para una correcta transición a la edad adulta.
Al exceder el consumo de alcohol se crea la posibilidad de realizar conductas sexuales de riesgo que pueden llevarlos a contraer enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. También puede existir la probabilidad de ser víctima de delitos como violación, robo y agresión.
Si usted no quiere que alguna de estas malas experiencias las viva su hijo lo invitamos para que asuma la responsabilidad y evite brindarle bebidas alcohólicas a temprana edad.