Carlos Miralrio es un hombre que hoy es reconocido a nivel mundial por si hazaña al escapar de la legendaria cárcel de Las Marías, en México.
Según reporta Infobae, el sujeto fue condenado por tener varios antecedentes a la temida prisión en el año 88.
Allí se ganó la confianza del director de la prisión por como tocaba guitarra, por eso fue invitado en una ocasión a tocar en una reunión organizada por los guardias y al ver el desorden aprovechó para fugarse en el 89.
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Según el relato, usó hieleras y bolsas de plástico para ejecutar su fuga. Pero no solo se enfrentaba al agua sino a muchos tiburones.
El método que usó para evadirlos era quedarse quieto para que el animal no notara su presencia. Pasó por dos islas más antes de llegar al muelle de San Blas.
Al legar a ciudad de México no quiso parar u carrera delincuencial, por lo que se reunió con otro hombre que conoció en su estancia en prisión y se propusieron robar un convento, crimen que quedó en investigación y 4 meses después dieron con su captura.