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La cantante confesó que cuando tenía 12 años, su tía pensaba que la empleada estaba robando en su casa, por lo que la envió a ella y a una prima a mirar qué estaba pasando en realidad. Lo que encontraron era un escenario completamente macabro.
La mujer tenía en su poder tubos de ensayo con sangre, cabello enredado y una libreta roja en la que tenía fotos de personas con los ojos tachados e imágenes de ángeles volteados. Al presenciar el acto, su prima y ella salieron corriendo. Al parecer este tipo de elementos corresponden a la magia negra.