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Inicialmente, tenían pensado buscar a otra mujer para que alquilara su vientre, sin embargo, el proceso podía costar 100.000 dólares, es decir, más de 300 millones de pesos colombianos.
La bebé nació el pasado 2 de noviembre, luego de que se practicara una cesárea por problemas con el cordón umbilical.
A pesar de lo insólito que puede sonar la situación, no es tan extremo, puesto que la mujer se sometió a un proceso de inseminación artificial, en la que se insertó a su útero el óvulo fecundado de su hija con el esperma de su yerno. Desde que inició el embarazo, ha documentado todo el proceso en Instagram.
Ahora, la familia está celebrando la feliz llegada de la bebé, y disfrutan plenamente del momento, pues afortunadamente, tanto la abuela como la niña no sufrieron complicaciones graves en el instante del parto.