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Según explicó Desmurget, algunas investigaciones revelaron que con los años el coeficiente intelectual fue aumentando de generación en generación, sin embargo, recientemente esta tendencia comenzó a invertirse en diferentes países.
Aunque en el desarrollo del cociente intelectual también influyen la contaminación, la nutrición, la educación, entre otros. En países donde los factores socioeconómicos han permanecido estables, se ha evidenciado que los «nativos digitales» son los primeros en tener un coeficiente inferior al de sus padres.
«Simplemente no hay excusa para lo que les estamos haciendo a nuestros hijos y cómo estamos poniendo en peligro su futuro y desarrollo», advirtió el neurocientífico a este mismo medio.
A pesar de que aún no es posible determinar de manera específica cómo influye la exposición a las pantallas a temprana edad, diferentes estudios han demostrado que el coeficiente intelectual y el desarrollo cognitivo disminuyen, cuando se aumenta el uso de dispositivos electrónicos.
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Es inevitable que las nuevas generaciones estén expuestas a la tecnología, pero, sí se pueden llevar a cabo ciertas recomendaciones de los expertos para no afectar el desarrollo, como: no dejar que utilicen por más de una hora y media dispositivos digitales y no exponerlos por demasiado tiempo a las pantallas.
Adicionalmente, los expertos recomiendan a personas de todas las edades que dejen su celular a un lado por lo menos una hora antes de ir a descansar.