La mujer empezó a laborar en el concesionario de Watford, Inglaterra, en 2014 y dos años después tuvo que trasladarse a otra ciudad porque la compañía estaba realizando algunas remodelaciones. En 2018, no aguantó más y decidió poner una queja por su salario, el horario de trabajo y porque supuestamente su jefe Mark Benson la discriminaba, según informó el diario The Sun.
Sobre la exclusión de Lewicka en el evento que se organizaba regularmente, la compañía intentó defenderse manifestando que la mujer no podía asistir por el tipo de horario que tenía. Sin embargo, Jennifer Bartlett, la juez que llevó el caso, determinó que eso no era excusa y pudieron al menos haberla invitado.
Finalmente, tras escuchar a ambas partes, Bartlett dictaminó que la mujer fue despedida injustamente. Por esta razón, más los daños a sus sentimientos y la pérdida de ingresos, Malgorzata fue indemnizaba con 23.000 libras esterlinas, alrededor de 120 millones de pesos.