Según expertos del sitio Psicología Online, aunque algunos episodios de eyaculación precoz son comunes, hay casos que superan lo normal y pasan a ser una complicación que afecta la vida sexual de los hombres y su autoestima.
Así se define cuando la respuesta a una estimulación sexual mínima es una eyaculación rápida; esto puede ser durante o poco después de la penetración sin ser deseado.
Primaria: ocurre en cada relación sexual, con cualquier pareja dentro de 30 segundos, 60 segundos o entre 1-2 minutos. Inicia desde la primer relación sexual que experimente el hombre.
Secundaria o adquirida: ocurre en algún momento de la vida, después de haber tenido experiencias de eyaculación normales. Puede iniciar de forma brusca o progresivo.
Si se eyacula rápidamente sin tener control y con estimulación mínima.
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Existen diferentes ejercicios:
El que se recomienda en primer momento es en la masturbación, pues allí se puede aprender a controlar la eyaculación y dejar de ser precoz, se puede realizar solo o con ayuda de la pareja.
Consiste en la estimulación del pene por parte de la misma persona o de la pareja hasta tener una sensación próxima al orgasmo, cuando se siente que va a llegar se debe parar la estimulación; calmar la sensación y repetir.
Son dos fases recomendadas por Masters y Johnson, en la primera es apretar el frenillo del pena durante unos segundos, después de alcanzar la erección total y sentir la necesidad de eyacular. Se espera 30 segundos y se repite.
La segunda fase es intentar el coito, con la pareja encima sin que se mueva e intentando controlar a la respiración y eyaculación. Luego intentarlo con movimientos leves.
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