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La mujer aseguró que relató su historia para que las personas tomen en serio todas las enfermedades y les den el cuidado que merecen.
Todo le inició con los síntomas de una gripa, por la que estuvo incapacitada, pero volvió a clases pensando que ya le había pasado la enfermedad. Según contó, el virus se habría curado mal y ella se agravó mientras estaba estudiando.
Cuando estaba en el colegio presentó un dolor de cabeza muy fuerte que la hacía llorar. En la enfermería de su colegio llamaron a la mamá y se la iban a pasar cuando Shany empezó a convulsionar y todo lo que escuchó su mamá fueron gritos.
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La actriz convulsionó por 30 minutos y la llevaron de urgencias a la clínica para que la atendieran. En ese momento, por la cantidad de tiempo que había tenido este episodio, la mujer quedó en coma.
Al día y medio, la actriz se despertó y le hicieron todos lo exámenes pertinentes para saber qué le había pasado. Los expertos descubrieron que le había dado sinusitis, esa sustancia se le subió al cerebro y lo infectó.
Sin embargo, las cosas no pararon ahí, pues los médicos no sabían cómo detener la enfermedad y le estaban haciendo 5 vaporizaciones al día y drenajes constantemente.
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Además, esto le causó más enfermedades, le dio leucopenia, una enfermedad en la que los glóbulos blancos dejan de reproducirse y el sistema inmunológico se descuida. Por este motivo, tuvo que estar apartada en un cuarto por 20 días, por lo débil que estaba.
Su drama no acabó ahí, ya que luego tuvo un dolor de cabeza muy fuerte y le hicieron una tomografía. En esta, se dieron cuenta que tenía trombosis cerebral que fue ocasionada por la convulsión.
Después de eso, le hicieron todos los procesos para diluir el trombo, pero ella no puedo volver a la normalidad de su vida después de aproximadamente un año. Shany estaba muy débil y tenía que estar resguardada ya que cualquier virus podía ser fatal en su organismo.
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