Aunque muchas veces tengamos miedo de lo que nos pueda suceder, debemos confiar plenamente en Dios, pues él es nuestro escudo protector y no permitirá que nada malo nos pase.
Debemos estar en constante oración con él y pedirle que siempre nos acompañe a todo lugar que vayamos o en cualquier decisión que necesitemos tomar.
Utilizamos cookies propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarte publicidad personalizada a través del análisis de tu navegación, conforme a nuestra política de cookies. Si continúas navegando, aceptas su uso.