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Murió el profesor Gustavo Moncayo; estaba a la espera de un trasplante que lo ayudara

El recordado docente quien emprendió caminatas por la liberación de su hijo, falleció tras batallar contra el cáncer.

Alfonso Narváez
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Gustavo moncayo
Este 15 de noviembre falleció el profesor Gustavo Moncayo, activista por la paz y los derechos humanos, tras enfrentarse al cáncer y esperar un trasplante de hígado. Moncayo es recordado por caminar más de mil kilómetros en el 2007 por la liberación de su hijo, quien fue retenido por las Farc durante varios años.

El profesor Moncayo vivió unos años en Canadá, sin embargo, su familia debió regresar al país para enfrentar la condición médica en que se encontraba. Con cáncer de hígado en etapa terminal y en una cama de hospital a la espera de un trasplante, el profesor mantuvo su llamado a la paz en Colombia.

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Moncayo, conocido como ‘el caminante por la paz’ falleció a los 69 años, tras una ardua batalla contra la enfermedad y a la espera de una reparación económica por parte de las Farc que le ayudase a costear el tratamiento.

En octubre del 2021 la hija del profesor, Yuri Tatiana Moncayo, se pronunció sobre el estado de salud del activista:

«Es imposible que nosotros como víctimas podamos reconstruir nuestro proyecto de vida con reparaciones simbólicas. Las Farc tienen la capacidad y la posibilidad de hacerlo y lo estamos exigiendo, porque necesitamos un trasplante para mi padre que está en peligro de muerte». 

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Su historia después de la caminata

En el 2007 el profesor Moncayo pasó a la historia tras caminar desde Sandoná, Nariño, hasta Bogotá para pedirle a las Farc por la liberación de su hijo, el militar Pablo Emilio Moncayo.

Su hijo fue capturado en 1997 tras la toma de la base Patascoy, entre Nariño y Putumayo, que tuvo un saldo de 10 soldados muertos. Una década después, con la mediación de Piedad Córdoba, padre e hijo intercambiaron un abrazo que fue inmortalizado por los medios de comunicación.

Finalmente, en el 2010 pudo abrazarse nuevamente con su hijo tras más de 12 años de cautiverio. Tiempo después, decidió radicarse en Canadá junto a su familia en calidad de refugiado. Sin embargo, el cáncer avanzó con firmeza llevándolo a un delicado estado de salud.

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