Algunos padres de familia hablaron con RCN Radio y allí denunciaron que sus hijos les habían comentado la situación.
Al parecer, todo habría surgido porque algunos padres optaron por no pagar el servicio de alimentación escolar, el cual oscila entre 16.000 y 18.000 pesos, sino que decidieron que mejor llevaran los alimentos desde casa.
Sin embargo, a alumnos que no contaban con dicho servicio se les fue negado calentar lo que llevaban.
Uno de los acudientes contó que su hijo le había confesado que se había comido el almuerzo así frío, pero que otros compañeros habían decidido no comer.
Ante dicha situación, varios padres de niños afectados con el problema armaron un grupo en redes sociales con el fin de unir esfuerzos y entre todos hacer el reclamo a la rectora Carolina Merchán.
Al parecer, la rectora aseguró que “no permitía que se calentaran los alimentos, argumentando a través de un oficio riesgos de seguridad que señalaban algunos puntos a tener en cuenta”.
“Al terminar las clases de la mañana las aulas deben quedar cerradas y los docentes van a almorzar, o hacer vigilancia en el comedor y zonas comunes, la seguridad de los estudiantes prima en cualquier situación y los niños no pueden quedar solos manipulando loncheras eléctricas que pueden provocar un accidente por recalentamiento, picos de energía o paso de corriente, etc”, indicó en el comunicado.
“Los cables en el piso generan un riesgo en los desplazamientos dentro del salón, las aulas están diseñadas única y exclusivamente para que los estudiantes reciban las clases correspondientes”, agregó.
Ante dicha respuestas, los padres formularos tres derechos de petición dirigidos a la rectoría del colegio, pidiendo que accedieran a los permisos, incluso hasta propusieron instalar hornos microondas, pero la respuesta fue nuevamente negativa.
Por lo anterior, decidieron escalar la situación a la Secretaría Distrital de Educación, de la cual esperan tener una pronta y positiva respuesta.