El senador reveló que las dos mujeres existen en la vida real y que lo inspiraron a hacer la historia porque le dijeron que se querían convertir en actrices.
“Basado en una vida real, catalina y su amiga, a la que yo llamo ‘La Diabla’. Nosotros estábamos en una gira con los miembros de Pandillas, Guerra y Paz, en Pereira, y las chicas se me acercan a decirme que quieren trabajar en la televisión”, comentó.
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En ese momento, él les respondió que tenían que estudiar, pero ellas le dijeron que no lo iban a hacer porque eso “no servía para nada”. Sin embargo, Gustavo Bolívar se enteró después que solo lo hacían para poder conseguir el dinero y operarse el pecho.
“Me encuentro con que ellas quieren entrar a la televisión no porque les guste ser actrices sino porque quieren ganar dinero para operarse, pa’ ponerse las ‘teticas’. Entiendo que dentro de esa conversación con ellas que, para poder llegar a ese paraíso, que para ellas significaba el narcotráfico y el mundo de los lujos y que les den para el relojito, la moto y lo que sea debían tener los senos grandes porque esa era la estética del narco y sin eso no había paraíso”, dijo.
El senador reveló que al final Catalina sí se casó con un narcotraficante y consiguió dinero. Pero, él cambió la historia para no hacer una apología al delito.
También contó que, al ver la novela, Catalina lo llamó porque vio el capítulo con su mamá y ella no sabía que la historia era inspirada en su hija. Por ese motivo, la mujer la advirtió para que no fuera a seguir malos pasos en el narcotráfico.
El senador dijo que en ese momento entendió que las series pueden ser un “instrumento de educación o de conversación”.
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