Hoy en Tropicana
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Con la llegada de la tecnología, son menos las personas que compran estufas de gas, inclinándose más por electrodomésticos, más tecnológicos y eléctricos. La razón por la que muchos han preferido hacer esa transición es por los riesgos que significa tener una estufa de gas en su cocina.
Aunque puede ser una medida de ahorro, ya que las estufas eléctricas pueden llegar a demandar más para su funcionamiento que las de gas, los electrodomésticos que funcionan con gas representan un alto peligro para la casa, debido a que su elemento principal es altamente dañino. Una fuga de gas o una llave mal cerrada puede ser la causa de graves accidentes en la cocina y en toda la casa.
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El gas con el que funcionan electrodomésticos como el calentador o la estufa son elementos altamente tóxicos e inflamables. Debido a sus características químicas, este gas debe tratarse con mucho cuidado. Aquí le explicamos los riesgos a los que puede estar expuesto en caso de dejar el gas abierto en su casa:
1. Una fuga de gas puede causar explosiones e incendios. Basta una mínima chispa o fuente de energía eléctrica para ocasionar un gran estallido. Al ser elementos tan inflamables, son sensibles a todo tipo de fuente de energía.
2. Inhalar estos gases puede causar dolor de cabeza, de pecho, irritabilidad, náuseas, dificultad para respirar, alteraciones mentales y neurológicas como la pérdida de conciencia. Respirar este elemento genera una reducción en la capacidad de transportar oxígeno en la sangre, haciendo que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega. Esto afecta el funcionamiento completo del cuerpo, especialmente del cerebro y el corazón.
3. Una exposición prolongada puede ocasionar asfixia e intoxicación en las personas que respiren el gas.
4. Se pone en peligro la vida de las personas de la casa y de quienes viven en sus alrededores. Las explosiones a veces son tan grandes que no solo afectan la cocina, sino que puede afectar toda la casa y hasta las vecinas.
5. Una inhalación prolongada de este gas puede ocasionar perdidas de conciencia tan extensas y profundas como el coma o la muerte.
Los descuidos en la cocina pueden ser recurrentes. Suele suceder que, sin querer y sin notarlo, se mueve la llave del gas mientras se hace limpieza de la estufa. Muchas personas suelen entrar en pánico cuando se dan cuenta de que algo quedó mal cerrado y el olor a gas se ha expandido por toda la casa, ¿qué hacer en esos casos?
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Si encuentra que la llave no lleva tanto tiempo abierta y el olor es suave, puede:
– Abrir todas las ventanas y, si es necesario, quitar las cortinas para mejorar la ventilación. Es importante que el aire fresco circule por la casa y salga todo ese gas que se esparció.
– Revise todas las llaves de gas. Verifique que todo está bien cerrado.
– No encienda ni enchufe nada, evite cualquier posibilidad de chispa que se pueda generar para evitar explosiones.
– No encienda ni fósforos, ni cigarrillos, ni incendios para disipar el olor. Espere a que el olor se vaya solo.
Si después de dos o tres horas el olor persiste, lo mejor será que cierre la llave general del gas, pues puede que se esté tratando de una fuga. Una vez cerrada, llame a su proveedor de gas o un técnico autorizado. Si no tiene conocimientos, evite revisar o mover cosas solo, deje todo en las manos de un profesional.
En caso de que el olor sea muy fuerte, debe salir de su casa, evacuar a toda las personas y esperar desde afuera la ayuda.
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