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“Vinimos desde Argentina al calor de Cartagena y estamos en una excursión por las islas del Rosario. Mi amigo pide unas limonadas de mango, yo me fijo en la carta de precios. Cada una costaba 35 mil pesos colombianos. Cuando él iba a pagar con su tarjeta por aproximación, el hombre trae su teléfono para cobrarnos y me mostró a mí y yo pensé que estaba bien”, comentó uno de los turistas.
Luego de realizar la transacción, el hombre que canceló las limonadas tuvo un reporte de su banco en el que se dio cuenta que le anexaron al valor tres ceros más.
“Es una pena porque nosotros vinimos a Cartagena a pasear, a disfrutar como vacaciones y es una estafa que no nos gusta para nada”, recalcó el turista que pagó la cuenta.
Vale la pena recordar que esta no es la primera vez que ocurre un suceso con los precios inflados en la isla de Barú. En el pasado se conoció el caso de una familia de ecuatorianos a los que les cobraron unas mojarras a más de dos millones de pesos.
Asimismo, también se han conocido otros casos como el de una masajista que pretendía cobrar un millón de pesos por un masaje de diez minutos en una playa de ‘La Heroica’.
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