El 1 de julio las autoridades reportaron lamuerte de Carlos Eduardo Sánchez Muñoz de 27 años en un motel en la vía a Floridablanca, Santander. El joven estaba al interior de una caneca, con dos orificios y un mantel encima simulando una mesa, según reportó un testigo de la escena a Caracol Radio.
El informe inicial de las autoridades indicó que Sánchez llegó a una habitación y posteriormente una pareja ingresó a la misma. Pasaron cerca de tres horas y aunque el transcurrió con normalidad, el personal del lugar ingresó a la habitación y se encontraron con la escena.
La autoridades llegaron al lugar de los hechos y si bien el hombre fue trasladado a un centro médico, los médicos indicaron que ya no tenía signos vitales.
El mayor Edwin López, de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, dio detalles del caso. “Desde un establecimiento de esparcimiento para adultos, ubicado al sur de la ciudad realizan una llamada a la Policía solicitando la presencia del cuadrante”, sostuvo el uniformado.
“Toda vez que un habitáculo habían encontrado a un hombre al interior de una caneca con los signos vitales muy débiles”, agregó el mayor López. Los hechos aún son materia de investigación y entre las versiones se encuentra la de que el sujeto habría inhalado una sustancia tóxica al interior del recipiente.
Nuevos detalles del caso
El amigo de Sánchez, un joven de 18 años quien asistió con su pareja al interior de la habitación, explicó en conversación con Caracol Radio que no sabía de la presencia del hombreen la habitación.
“Yo no sabía que él estaba ahí. Él me dijo que quería hacerme un regalopor mi cumpleaños y porque se iba del todo para Medellín, nos reservó una habitación y nos dijo todo, la hora a la que debíamos llegar”, indicó el joven.
Sin embargo, al ingresar a la habitación se percató del tanque de 55 galones con mantel blanco y florero encima, pero pensó que “hacía parte de la decoración”. Asimismo, el joven detalló que su amigo le había dejado un audio indicando que a esa hora tenía cosas por hacer.
Por ello, la presunta fantasía sexual no habría sido acordada y que en un momento de la noche los llamaron de la recepción para informarles que extenderían el servicio por una hora más. “A mí sí me pareció raro, pero dije bueno, gracias. Nunca escuchamos nada, ni respiraciones ni nada”, sostuvo.
El joven explicó que en un punto de la noche escuchó un golpe fuerte proveniente de la puerta, pero no le dio mayor importancia: “Él era mi hermano de la infancia, lo crió mi papá desde pequeño y era de mi entera confianza, pero nunca creímos ni supimos que estaba ahí”.
Al haber estado presente en la habitación fue requerido por la Fiscalía General de la Nación para esclarecer elementos en la investigación. El hombre indicó que se enteró de la muerte de su amigo gracias al organismo.
CARACOL S.A. realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.
