Con el tiempo, la contaminación, la suciedad o las marcas de las manos se acumulan de forma lenta, pero segura en los vidrios de toda la casa, ya sea en las ventanas tanto por dentro como por fuera, en los espejos o en la mesa del comedor. Por eso, cuando se trata de limpiarlos es realmente frustrante que queden esas molestas rayas y manchas.
Para mantener su vista libre de estas molestias, siga estos consejos de limpieza, pues con los productos y técnicas correctas de limpieza sus vidrios se verán relucientes:
Es preferible escoger los días nublados para realizar este tipo de limpieza, pues si realiza este trabajo en días soleados o a pleno rayo de sol en el caso de las ventanas, el producto que esté utilizando se secará sobre la superficie antes de que pueda limpiarlo, dejando rayas difíciles de quitar.
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Antes de comenzar, aspire, pase un paño de microfibra o barra la suciedad que está suelta, no olvide los marcos, puede pasarles un copito de algodón, así evitara un desastre cuando el limpiador se mezcle con la mugre.
Si tiene cortinas, este es un buen momento para quitarlas y lavarlas.
Si realmente busca un brillo sin rayas ni residuos en la superficie de su vidrio, límpielo con una toalla de microfibra o una camiseta vieja. Asegúrese de no usar toallas de papel o toallas de algodón, ya que dejan fibras y rayas. Idealmente, cuanto más suave sea el material, mejor.
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Cuando tenga todas las herramientas listas: paño, balde, silla o escalera, es hora de elegir un limpiador de vidrios, y una de las mejores formas de ahorrar dinero es usar los productos que ya tenemos en nuestro hogar, pues algunos son multiusos, y además de ayudarnos a economizar resultan muy efectivos.
Las superficies grasosas y las huellas se quitarán con facilidad de los vidrios, solo debe agregar unas 5 o 6 gotas de jabón para platos al agua. No es necesario revolver hasta que se haga espuma, luego limpie la superficie y séquela con el paño para que quede sin manchas.
El vinagre es tan bueno en una ensalada como en un vidrio, y no es caro, por eso se considera el mejor limpiador casero. Sin duda alguna, es un multiusos que además funciona en las superficies de la cocina, el baño y la sala.
Para prepararlo, mezcle partes iguales de vinagre blanco y agua en una botella con atomizador que este limpia, ¡y listo!, utilícela como lo haría con cualquier otro producto.
Cuando limpie con esta solución por primera vez, es posible que se formen rayas debido a una película que queda en el vidrio de los limpiadores comerciales. Para eliminarlas, simplemente repita el proceso y obtendrá un acabado transparente.
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