Una desgarradora denuncia de maltrato animal causó revuelo en redes sociales, luego de que Stephania Sánchez, denunciara la muerte de una perra Cocker spaniel al interior de un spa de mascotas en el occidente de Bogotá.
El hecho ocurrió el 24 de enero, cuando la prima de Sánchez llevó a su mascota al establecimiento ‘Ooh Lala Pet Spa’ en horas de la tarde.
Según denunció la mujer en su cuenta de Facebook, llamaron del establecimiento para notificar la muerte de la mascota a “casusa de estrés”. Sin embargo, al revisar las cámaras de seguridad, identificaron que la perra estaba amarrada con una cuerda y que la encargada no se habría mostrado preocupada por su bienestar.
“Nos dimos cuenta que nuestra perrita había sido asfixiada por la cuerda que tenía alrededor de su cuello y cadera, donde la chica no se ve preocupada por el buen bienestar y el trato del animalito. A pesar de que estaba totalmente ahogada, minutos después se da cuenta de que la había matado”, indicó Sánchez.
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La familiar de la dueña de la mascota publicó imágenes del establecimiento, así como la grabación de la cámara de seguridad en la que se ve a la perra luchar contra la cuerda, hasta que en un punto su cuerpo quedó inmóvil. En las grabaciones se aprecia que la mujer que estaba limpiándole las patas, se dio cuenta de que el animal había fallecido, al poco tiempo.
“Quiero hacer esta denuncia pública ya que, a pesar de las claras pruebas, el establecimiento no respondió por la muerte de la perrita y lastimosamente no podemos hacer nada hasta tener una orden judicial que demora alrededor de 15-25 días”, escribió Sánchez.
Tras el lamentable hecho, los dueños de la mascota identificaron que el establecimiento ubicado en el barrio bosque Popular “no contaba con ninguna certificación legal (RUT, suscripción en cámara de comercio), o con empleados capacitados y certificados para el trato de animales”, explicaron.
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La familia compartió el caso de su perrita, Nala, para poner en conocimiento la violencia que pueden sufrir las mascotas al interior de establecimientos que no cuentan con los permisos o personal capacitado para el trato de los animales.
“Espero que puedan ayudarme a compartir esto para que ninguna persona pueda sufrir lo que nosotros tuvimos que soportar (…). No sigamos permitiendo que establecimientos como este tomen esas vidas de estos pequeños angelitos como un juego”, puntualizó.
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