La noticia de la muerte de Tuto Camargo, locutor recordado por los Aguinaldos Tropicana, no solo tomó por sorpresa a sus allegados sino también a los oyentes que recuerdan su carisma, sensibilidad y risa contagiosa.Familiares de Tuto Camargo confirmaron la noticiay explicaron que ocurrió en la madrugada de este miércoles 12 de julio, luego de sufrir un trombo pulmonar.
Vicente Moros y Jorge Prada, amigos de Tuto, hablaron con el equipo de trabajo de Tropicana y recordaron algunos de los momentos más icónicos del locutor. Una de las anécdotas que relató Moros fue la de un anuncio que publicó en los clasificados de un periódico, ofreciendo sus servicios gratis.
Tuto había viajado a Valledupar para avanzar con temas logísticos de su emisora La Joya, se complicó en días recientes como explicó Moros. Los locutores solían conversar por algunos minutos durante las noches y la última vez que hablaron fue hace tan solo dos días, el 10 de julio.
“Hablé con él el pasado lunes, porque todas las noches teníamos como una especie de ritual de 10-15 minutos de: “ve, ¿cómo vas?”. Después de nuestra la salida de Tropicana quedó esa amistad que siguió durante mucho tiempo”, indicó Moros.
El locutor le había manifestado su preocupación por su salud: “Siempre, con todo respeto, le habíamos dicho en algún momento los allegados a él que se cuidara un poquito más de la salud y, obviamente esto le pasó factura, lastimosamente se nos fue esta madrugada”.
Así fue la última conversación de Tuto Camargo
Moros explicó que una de las heridas que tenía Tuto Camargo en su cuerpo se infectó, “tomó posesión del cuerpo de él y le pasó factura inmediatamente. Fue una muerte relativamente rápida. Yo hablé con él a las 9:30 de la noche y le dije: ¿dónde estás? Y me dijo: Estoy aquí en urgencias en Valledupar”.
Esto lo preocupó, por lo que el locutor le preguntó la razón: “Es que me siento como mal, tengo como escalofrío (…)pero mañana sigo trabajando” … Porque tenía una obsesión por trabajar y él estaba muy pendiente de sus emisoras en Cúcuta, Zipaquirá y Valledupar, apasionado 100%.”.
Una vez más, Moros le pidió que se cuidara y que regresara a la capital para continuar con su tratamiento.
“No por demeritar el trabajo de los médicos en Valledupar, ni más faltaba, pero acá hay muchas más herramientas en caso de alguna emergencia y no alcanzó, lastimosamente se nos fue esta mañana”, puntualizó el locutor.
Por su parte, Jorge Prada explicó que la última conversación que tuvo con su amigo fue el sábado. “Nosotros echábamos carreta. (…) Tuto duró cuatro años sin que le pagaran un peso, lo hacía por gusto porque su papá era un gran abogado y su mamá una industrial, tenía que ver con los taxis”.
El legado de Tuto Camargo vive en los corazones de los oyentes y sus allegados, quienes siempre tendrán presente su amor por la radio, así como su gentileza.
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