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Desgarradora historia: Mujer con discapacidad cognitiva fue abusada por su vecino

La familia de la joven atraviesa dificultades con los cuidados de su hija y de la menor, quien también presenta discapacidad.

Alfonso Narváez
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Mujer abusada
La historia de la familia de Rosa Espinoza no ha estado exenta de dificultades por los cuidados de su hija Mónica y su nieta Karen, de 8 años, quienes fueron diagnosticadas con discapacidad cognitiva.

A los 21 años, Mónica fue víctima de abuso sexual por parte de un vecino y dio a luz a la menor que presenta varios problemas de salud.

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El drama de la familia fue narrado por el medio City TV donde la madre de familia explicó que han tenido inconvenientes para acceder a los medicamentos de la menor.

Víctima de abuso sexual

Espinoza explicó que identificaron que Mónica era víctima de abuso sexual cuando les pidieron realizarle varios exámenes, incluido una prueba de embarazo.

“Nos dimos cuenta porque me llamaron que le iban a colocar un aparato para la planificación, me pidieron un examen de embarazo y ahí fue donde nos dimos cuenta de que tenía tres meses de embarazo”, detalló.

Según reveló la madre de la mujer, a la fecha del abuso Mónica tenía 21 años y el sujeto se dio a la fuga. Han pasado 8 años y hasta el momento se desconoce el paradero del hombre, sin embargo, la madre hace una petición para lograr el tratamiento digno de su nieta.

Un llamado a las autoridades

La menor de edad fue diagnosticada con esquizofrenia, autismo y discapacidad cognitiva, por lo que Rosa está encargada de sus cuidados.

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Karen debe tomar hasta 6 medicamentos al día para controlar las crisis causadas por la enfermedad, sin embargo, el servicio de salud que tienen les presenta obstáculos para darle las medicinas que requiere.

“Que no hay, que está escaso, que está descontinuado, voy de lado a lado, me toca hospitalizarla para que se lo puedan suministrar”, detalló Rosa al medio. Los obstáculos no solo los presentan las EPS, sino también las instituciones educativas.

La abuela de la menor indicó que la menor no ha podido avanzar en sus estudios debido a que los colegios no le han abierto cupo.

Por ello, hacen un llamado a las autoridades pertinentes para brindarle a la pequeña una mejor calidad de vida, especialmente en materia de medicinas.

Rosa, quien es trabajadora informal y de servicios generales, indicó que su pareja es quien proporciona el sustento a su familia. Con preocupación, pide que se autorice un tratamiento digno a la menor debido a que son menos las posibilidades de conseguir los medicamentos.

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