Según contó al medio citado anteriormente, radicó esta tutela porque sus superiores lo obligaban a recitar la oración del Policía, que es católica, a pesar de que ellos sabían que él profesa el satanismo. El joven es creyente de la biblia de Anton Lavey.
“Si alguien no se aprende la oración tiene consecuencias como que lo ponen a hacer acondicionamiento físico o lo empiezan a tratar mal y a gritar. Uno de los intendentes, que trabaja en guardia (Fabio Alonso Barajas), empezó a tratarme de manera irrespetuosa. Me decía que era un descuadrado, un sindicalista y cosas así. Un día en formación me dijo que, si seguía con esa actitud, me iba a hacer lo mismo que a Lucas Villa (asesinado durante el paro nacional de 2021)”, dijo Parales a El Espectador.
Una de las razones por las que el patrullero interpuso la tutela es porque su religión lo invita a mantener el cabello largo. Este acto representa rebeldía para ellos. Al pertenecer a la Policía, como parte del requisito obligatorio, debió cortarlo para poder continuar.
Al conocerse la historia de Andrés Parales, la Policía Metropolitana de Bucaramanga publicó un comunicado en el que señalaba que el joven se presentó voluntariamente a prestar su servicio militar y que durante el proceso de ingreso se le hizo saber cuáles eran los requisitos y reglamentos de la institución.
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La tutela que interpuso el joven no salió a su favor en primera instancia. El abogado que lidera el proceso de Parales señaló que hará todo lo posible por defender los derechos de su representado.
Recientemente, se conoció que Andrés Parales fue citado a control disciplinario. Hasta el momento no se conocen novedades sobre el caso.