Fader Yesid Rengifo Cuesta es un joven chocoano de 23 años que tomó una extraña costumbre, cada noche llega al cementerio San José, ubicado al este de la capital chocoana y sube hasta una bóveda o tumba vacía y la utiliza como dormitorio.
De acuerdo con el diario El Colombiano, este joven lleva un año durmiendo en la tumba número 1 de la sección A. Fader llega a este lugar con su cobija y almohada, pasa allí sus noches. Pero no solo la utiliza para dormir, también utiliza este sitio para dejar objetos personales como su loción, su cepillo de dientes y hasta los talcos para los pies.
La historia de este joven no ha sido fácil, según el medio citado, cuenta su mamá, la señora Mayerli Rengifo que esta situación se presentó luego de que Fader perdiera a su abuela, la señora Clemencia Rentería, que por cosas de la vida fue quien lo crió.
Mayerli le dijo a El Colombiano que su abuela lo sobreprotegía bastante, pero después de su muerte el joven entró en un aislamiento al punto de tomar como dormitorio el cementerio municipal.
De igual forma, este joven desafortunadamente cayó en las drogas y estuvo en un centro de rehabilitación, es consiente de que quiere una nueva oportunidad de vida con educación y bienestar.
Fader Rengifo contó que frecuenta ese cementerio porque “se siente tranquilo en medio de los muertos”, pero sus planes luego de un año de dormir en una bóveda cambiarán.
El joven de 23 años recogió sus cosas y se mudará a donde unos familiares, como anteriormente mencionó, quiere una nueva oportunidad y estudiar en el SENA. Finalmente, la mamá de Fader relató que hubo un momento en el que le pidió perdón a su hijo cuando se encontraron en Medellín. Ella intentó encontrarle un empleo pero él decidió volver a Quibdó con sus otros familiares.
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